Vas al cine, y te encuentras con el
cartel de la película que lleva un tiempo sonando en todas partes.
Es el remake de una película que puede que ya hayas visto, caras
nuevas para una vieja historia. Tal vez la primera te gustó, pero ¿y
la segunda?
Siempre he defendido que el cine debe
ser un negocio en el sentido de vivir de su calidad. Realizar
películas como excusa para vivir de la subvención al final resulta
en fracaso, puesto que la calidad del producto nunca es el fin. A su
vez, se pueden filmar, y ha quedado demostrado muchas veces,
películas con bajo presupuesto y conseguir que estas sean un éxito.
No es la norma, pero sucede.
Ahora bien, hoy en día tenemos un
gravísimo problema. En Hollywood principalmente, la idea de negocio
ha ido un paso más allá. Las mentes pensantes con dinero han
llegado a la siguiente conclusión:
-”Hey, Goldman, por qué invertir
dinero en una historia desconocida, si X franquicia nos dió dinero
en su momento!”
-”Tienes razón, cambiemos cuatro
detalles y volvamos a producirla. Dinero seguro.”
-”No Goldman, cuatro no, que nos
desmadramos. Que sean tres.”
-”Ok, que sean tres. Y le metemos
efectos especiales, que les gustan a la chavalería!”
Y llegamos al día de hoy, con
relanzamientos de películas y franquicias que fueron un éxito en su
momento, pero que dan vergüenza propia y ajena. Y resultan realmente
molestas. Vayamos por partes y veamos algunos
casos:
(Ray, si alguien te pregunta si eres un
Dios, ¡contesta SI!”)
Película taquillera de los 80, con un
reparto genial y una historia fantástica. Tres científicos (Dan
Aykroid, Bill Murray y Harold Ramis) desarrollan un método para
enfrentarse a fuerzas sobrenaturales y apariciones fantasmagóricas,
en un momento en el que estas irrumpen en la ciudad de Nueva York.
Contratan a un cuarto trabajador (Ernie Hudson) y el negocio les va sobre
ruedas, mientras que poco a poco, la escalada de poltergueists va en
aumento y hace su aparición ZUUL, una deidad sumeria que tratará de
destruir el mundo, y cuyo origen se encuentra en el edificio de Dana Barret (Sigourney Weaver). Sólo ellos podrán hacerle frente y lo
conseguirán, no sin dificultades. Humor, imaginación y pequeñas dosis de romance conforman una película mítica.
Más adelante se rodó cazafantasmas
II, en la que el enemigo era el espíritu de Vigo el Cárpato,
encerrado en un autorretrato y que tratará de apoderarse del hijo de
Dana Barret. Con la ayuda de los cazafantasmas
detendrán los planes de aquel.
Pues hoy en día, pretenden relanzar
(odio el anglicismo reboot) esta franquicia. ¿Cómo? Pues empezando
de cero pero que esta vez sean cuatro mujeres las cazafantasmas.
Aquí, por corrección política se sustituye el sexo (ya que las
personas tienen sexo, no género; el género es gramatical y lo
tienen las palabras. Una mala traducción de la palabra gender
inglesa). No veo yo que se pueda aportar nada nuevo a esta
franquicia, y de hecho me molesta enormemente que con ese cambio se
consideren rompedores.
Sucede lo mismo con personajes de
superhéroes, les cambian la raza para no resultar racistas, y
empeoran la situación. Como dijo Michelle Rodriguez en una charla:
“No queremos robar los héroes de los blancos, lo que queremos son
héroes de nuestras razas”. Chapeau.
¿Por qué no continuar la historia?
Que sean mujeres, hombres, una mezcla, me da igual, pero NO ACEPTO
que vuelvan a darnos el mismo producto.
Spiderman:
(Un gran poder conlleva una
gran responsabilidad. Y LO SABES)
Un caso sangrante, ¿cuantas veces ha
muerto el tío de Peter? Parece que le tengan manía al hombre.
¡Llevamos ya dos actores en una década y contándonos lo mismo una
y otra vez!
-Tobey Maguire: Spiderman 1(2002),
Spiderman 2 (2004) y Spiderman 3 (2007)
-Andrew Garfield: Spiderman 1 (2012) y
Spiderman 2 (2014)
A ver, que una cosa es tomar una
película antigua, darle gracia y una estética más actual, y la
otra es esto. Si me dicen que quieren cambiar de actor, pues que
hagan como con 007, seguir contando historias nuevas, pero que dejen
en paz al pobre tío Ben y a su sufrida esposa. No se puede aportar
nada nuevo, ¡vendedores de humo!
Terminator:
(No problemo. ¿Seguro?)
La franquicia que lanzó a la fama
definitiva a Arnold Schwarzennegger es la muestra de que todo tiempo
pasado fue mejor. La primera película resultó ser un éxito tal que
pronto hizo que llegase la segunda. Apoteósica, a veces segundas
partes superan a la primera.
Ahí quedó la cosa, al menos hasta que
algún iluminado de Hollywood decidió desenpolvar el baúl de los
recuerdos (U-uhhhhh) y convenció a los productores para sacar la
infame “Terminator 3”. Aburrida, vergonzante, digna de arder en
el infierno cinematográfico, y capaz de destrozar los buenos
recuerdos que muchos fans atesoraban sobre esta franquicia, casi la
extermina.
Por suerte, apareció “Terminator 4”,
que aunque no resultó ser una película magistral, lo tenía fácil para ser
mejor que la tercera entrega. Nos encontrábamos en el futuro, con un
John Connor que aún no era el hombre que debería ser, el lider de la
resistencia. Aquí se empieza a forjar la leyenda de este hombre.
Y llegamos a la realidad de hoy en día.
El primo del iluminado que propuso hacer “Terminator 3” decide
por obra y gracia del Dios dólar, tirar a la papelera todo el
trabajo hecho y como las que gustan al público son la primera y la
segunda, ¿Por qué no volver a hacerlas? SI SEÑOR! Con dos colloni.
Y con el Chuache!!!!
Hay remakes, precuelas y secuelas muy
buenos (The Italian Job), otros no tanto (La máquina del tiempo),
pero hay casos que son de vergüenza. En el mundo de las finanzas
dicen que el dinero es miedoso, que es preferible muchas veces
invertir en productos seguros antes que en campañas dudosas. Y esto
es lo que parece que sucede hoy en día, pero esto es excesivo. Luego
hay voces, cada vez más numerosas, que se alarman ante la falta de
creatividad en general en el mundo del cine, pero si tenemos a gente
con grandes ideas pero sin financiación (a veces un proyecto no
puede arrancar sin bastante dinero), y al mismo tiempo gente con
dinero y poca fe en nuevas ideas, tenemos lo de hoy en día.
Tengo claro que si estas películas
actuales basadas en películas anteriores triunfan es por la gran
cantidad de inversión en promoción y publicidad. No es que la gente
sea tonta, es que en muchas ocasiones estas producciones provocan
tanto ruido que imposibilitan que se oigan alternativas. Al menos
hasta que han hecho caja.
Menos mal que no todo está perdido.
Sigue habiendo cine de calidad, independiente y capaz de batir a
grandes producciones hollywoodienses. Pero es triste ver como nos
tratan de tomar el pelo, y muchas veces encima les sale bien.
¿Qué opináis vosotros sobre este
tema?
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